Diciembre
Es diciembre y todo lo que puedo decir es que resistí otro año. Y aunque a veces no me sentía capaz de soportar la sola idea de continuar existiendo, creo que gané un poco de terreno.
A pasado un año desde que entré a la universidad, un verdadero logro sin duda, pero para mí no es suficiente. Simplemente no me parece suficiente recompensa al daño que he sufrido a lo largo de mi vida estar aquí, soportando cada día a un montón de gente que solo sabe hablar de cosas relacionadas con el dinero, o cosas relacionadas con su estatus cultural avanzado, o cosas relacionadas con fiestas. Yo no soy esa persona que disfruta del dinero a montones, o que va a cines culturales a ver documentales de un director Europeo desconocido, ni tampoco soy aquel que se mueve en torno al círculo de la bebida y el baile, yo sencilla y llanamente soy yo.
Tal vez yo no fui lo suficientemente abierto con ellos, tal vez simplemente no me planté y les dije "aquí estoy, pueden acceder a mí con confianza, soy un lienzo en blanco", ni siquiera puedo creer que a principio de año me considerara un lienzo en blanco, cuando las marcas estaban pintadas al oleo y no podían ser borradas de mi vida, al menos que fueran quemadas junto con ella. No, no podía regalar mi confianza así sin más, pero por alguna razón no había confianza. Yo solo llegaba y veía a estas personas, todas muy amigables, y me decía a mí mismo que aquí había un montón de puñales dispuestos a clavarse sobre mi pecho, tal y como me había pasado durante toda mi vida. Y me moví bastante bien, en todo el año no había llegado a confiar en ninguna persona, sin embargo, conseguí agradar a algunas cuantas - lo cual es más que un progreso para alguien que solía sentarse solo.
En cuanto a eso, creo que si hago el diagnóstico, lo peor que pasé en estos nueve meses que llevo en Santiago es que no pude escribir absolutamente nada sin ser presionado por una nota o algún concurso, siendo honesto ese fue un peso muy difícil de soportar. Por lo general me gustaba pasar mis horas libres desahogándome con mi computador - sin que una mano estuviera de por medio - y, sin embargo, lo había dejado para concentrarme en los fundamentos psicológicos de la filosofía y la psicología del desarrollo. No quería transformarme en esa persona que se transforma solo para agradar a los otros, por el contrario, quería seguir siendo aquella persona que conserva su esencia pese a recibir la presión de los otros. Creo que ese es el compromiso para el año próximo, seguir resistiendo, seguir manteniendo mi esencia. No puedo solo venderme al sistema social en el que nunca creí para poder cumplir mis sueños, tengo que encontrar nuevas formas de encajar que signifiquen no perder mi integridad psicológica, debo pensar para poder existir, eso es todo lo que deseo.
Aún me queda un espacio en el año que me gustaría llenar con esperanzas de un futuro que mejora, si este futuro puede seguir en la senda por la que fue durante este periodo puede que prontamente tengamos por primera vez en quince años a un Angel feliz. Honestamente, espero con ansias que eso sea lo que ocurra.
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